martes, 17 de junio de 2008

Entrevista a Nils Arne Kastberg, sin la temible edición

Material publicado en La Estrella de Panamá el martes 27 de mayo de 2008.

Por Doris Hubbard-Castillo
dehubbard.castillo@gmail.com

Había pensado en comenzar a hacer uso del temible recurso de la edición en las entrevistas que publico en este blog, debido a que las personas a las que va dirigido mi esfuerzo se quejan -no todas, hago constar- de que son muy largas, pero resulta que si comienzo con esta entrevista voy a hacer exactamente lo que el entrevistado señala, en ningún lado se le brinda un buen espacio a los temas que afectan a los sectores de población más vulnerables, niñez, adolescencia, mujeres y personas de la tercera edad. Así que en lo que modestamente puedo colaborar con este blog en dar a conocer las reflexiones de un experto en los temas de la niñez y juventud del mundo, lo haré. Prometo que las próximas entregas sí comenzarán a sufrir el temible filo de la edición, aunque muy a mi pesar...
Nils Arne Kastberg, es el director regional para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La entrevista, editada, salió publicada en La Estrella de Panamá el 27 de mayo de 2008.

La entrevista...

DHC- ¿Cuál es el principio general de la UNICEF en cuanto a la protección de los menores de edad?
NAK-
Primero, ya no hablamos de menores, hablamos en todo caso de menores de 18, pero como ciudadanos. El mundo, a través de la Convención de los Derechos del Niño, que fue la convención, por así decirlo, más rápidamente ratificada, no solo por gobiernos, sino por parlamentos, establece que ellos tienen la ciudadanía desde el momento del nacimiento. ¿En qué medida ellos pueden ejercer esos derechos? Eso va en aumento según va creciendo un niño.
Volviendo a su pregunta, es hacer cumplir aquello que los gobiernos se pusieron de acuerdo en la Convención de los Derechos del Niño. Que eso va desde lo que son todas las condiciones para lograr el interés superior del niño, lo cual en el tema del nacimiento quiere decir apoyar a la mujer embarazada a tiempo para que no sufra el bebé durante el embarazo para que cuando nazca el niño sea registrado con su nombre, o sea, el derecho de identidad; el prevenir la transmisión, por ejemplo, del VIH a través de la identificación de que la madre si tiene VIH, entonces darle el tratamiento a la madre y el tratamiento al niño en el momento del nacimiento, lo que reduce de un 37% de transmisión a un 2 ó 3% de transmisión. Solo en estos años Panamá ha logrado disminuir muchísimo el nivel de transmisión de la madre al bebé.
Esos son algunos de los muchos derechos, el derecho a una educación de calidad, allí lo que queremos es que se amplíe el concepto de la educación básica y que incluya pre primaria y secundaria, otro de los derechos fundamentales.
Muy a menudo, cuando entramos ya a lo que es la adolescencia allí tenemos un problema como adultos, no sabemos relacionarnos muy bien con los niños entre los 10-12 y los 18. Es un problema no solo de Panamá, es un problema de toda la región y es un problema a menudo mundial, pero particularmente serio, por alguna razón, en Latinoamérica y el Caribe y muy a menudo la prensa, los medios, los adultos en su comunicación hablan muy negativamente de los adolescentes, comparando con lo que se habla de un niño, “ay, qué lindo que es”, o de un ancianito, al que se le habla con respeto, o de los padres, de los cuales a lo mejor uno habla bien de ellos, pero con los adolescentes como que existe una especie de discriminación. Y lo vimos, por ejemplo, en un análisis de prensa que hicimos, de los 50 periódicos más leídos de Brasil durante un año, hace varios años, y notamos que el 64% de los artículos que se referían a los adolescentes se referían a ellos de modo negativo.
¿Qué quiere decir para nosotros por ende proteger los derechos de los adolescentes? Bueno, primero, no estamos buscando impunidad para que hagan lo que quieran, lo que estamos buscando es que tengan una digna alternativa de rehabilitación si han cometido cualquier tipo de delito, que se aplique la ley. No estamos pidiendo impunidad, estamos pidiendo que se aplique la ley, pero se están estableciendo en nuestra Región leyes que permiten arrestar a un adolescente porque tiene cara de que a lo mejor esta noche haga algo. Lo cual sería impensable en el caso de un adulto. El tema también de qué alternativa tenemos a la cárcel nos parece sumamente importante, porque para nosotros la cárcel es un centro de capacitación para el crimen, allí se establecen los lazos de amistad, los lazos entre personas que después van a seguir conectados, que se van a ayudar mutuamente y ¿qué queremos, que estos adolescentes tengan estos lazos con la peor criminalidad? Por favor, que no se haga eso al costo del Estado y por ende un juez cuando tiene que juzgar que tenga otras opciones a la de meterlos a una cárcel, que lo capacita para el crimen, sino que tenga otras modalidad de rehabilitación que lo ayuden a desarrollarse en el arte, en una vocación, en otras medidas que lo ayuden a reinsertarse en la sociedad. Si él cuando sale de cualquier institución en la que está se va a sentir aún más excluido de la sociedad, lo estamos obligando así a la marginalización, y allí están los criminales con los brazos abiertos para recibirlo, porque saben que este chico no tiene sitio en esta sociedad, “lo podemos usar como nosotros queremos”.
En noviembre Laura Chichilla, la ministra de Justicia y vicepresidenta de Costa Rica, invitó a los ministros de Justicia, y fue muy interesante, todos los ministros coincidieron en que las políticas de manos duras y súper duras ya estaban pasadas, no habían logrado los resultados que se buscaban, habían solo profesionalizado la violencia, a las bandas y que ahora hace falta buscar soluciones integrales, no eran los ministerios de Justicia y de Interior los que iban a resolver problemas fundamentales. Esto coincide con el informe que se presentó a la Asamblea General sobre los altos niveles de violencia en contra de los menores de 18, que en nuestra Región mueren 80 mil menores de 18 por violencia intrafamiliar, si fueran 80 mil adultos los que murieran cada año porque menores de 18 los mataron la noticia estaría por todos los periódicos, en la televisión, sería un gran drama. Sin embargo, son 80 mil menores de 18 que mueren por causa de los altos niveles de violencia intrafamiliar, hablamos de entre 2 a 6 millones de menores de 18 que sufren distintos niveles de abuso sexual.
Y Centroamérica no escapa de esos patrones y, por ende, Panamá no escapa de esos patrones. Básicamente lo que estamos diciendo en estos informes globales es que muy a menudo lo que estamos viendo de violencia en la calle empezó en el hogar, el pasaporte de entrada de la delincuencia a la sociedad muy a menudo va a través de la familia. Hemos hecho estudios de Paraguay, en distintas partes de la Región, y muchos de los niños que están la calle no lo están primordialmente a causa de pobreza, están en la calle a causa de violencia en el entorno familiar. En la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, me encontré con una niña en un centro de día, que era en realidad para hacerse el test de VIH, y ella me decía “yo prefiero darle sexo una vez por semana al policía de la cuadra, que el que me esté abusando mi padrastro todas las noches”. Y muy a menudo lo que estamos viendo en la calle empezó en el hogar, pero se habla muchísimo de la violencia que vemos en la calles y se habla cero de los altos niveles de violencia que tenemos en la casa y en la escuela.

DHC- ¿Esto a qué se puede deber?
NAK-
Yo honestamente me pregunto por qué muy a menudo cuando llego a este tema se apagan los micrófonos, se mueven las cámaras de televisión a otra cosa. Como que es un tema que la sociedad no quiere reconocer, cuando lo veo en la prensa escrito, se ha reescrito, como que es algo muy delicado.

DHC- ¿Pero a qué se debe, cultura, intereses de alguna índole, qué puede ser lo que está pasando?
NAK-
Yo creo que hay primero un hacerse el ciego. Este tema no se toca. En noviembre del año pasado cuando todas las agencias de las Naciones Unidas lanzamos el informe sobre los altos niveles de violencia, en contra de la mujer en Chile se habían registrado ese año 56 feminicidios, y en Argentina 72, o sea, en donde el esposo, amante o acompañante de la mujer la había matado. Estamos hablando de una situación en donde el causante de la violencia tiene la llave de la casa y las proporciones en número son muchísimo más altas en los niños. Y yo lo que dije en esa ocasión es si en Argentina hubieran matado a 72 policías durante el 2007, o en Chile 56 policías, creo que se habría originado toda clase de escrituras en los periódicos, análisis en los programas de televisión, nuevas medidas por los distintos ministerios para reducir o prevenir que esto suceda habría habido altos programas de compensación hacia las familias de estos policías muertos, pero no, eran mujeres las que murieron.

DHC- Entonces vamos a decir que ¿hay una conciencia de los expertos en los temas, tanto de la violencia contra la niñez y adolescentes, como contra las mujeres, pero en la misma sociedad, en los medios de comunicación no hay esa conciencia de algo grave que está pasando?
NAK-
Exacto, somos excelentes para ser sensacionalistas en muchos temas, pero no en estos. Y acá ni siquiera estamos hablando de sensacionalismo, estamos pidiendo que se publiquen los hechos reales. Que son abrumadores y aquí ya no estamos hablando solo de algo que puede resolver un gobierno, acá lo que tiene que verse es cómo cambiamos actitudes en la sociedad.

DHC- ¿En ese camino de cambiar actitudes, cómo iniciar esa labor?
NAK-
Bueno, la parte más difícil es romper con la impunidad. Es muy difícil cuando la persona que tiene la llave de la casa, que es talvez la que trae los recursos para que uno coma a la vez es la que abusa de la niña en el hogar y le pega a la madre, eso es muy difícil. Y allí hay distintas medidas. Hemos visto, por ejemplo, las Defensorías de la Mujer en Perú, en donde mujeres se asocian para, aunque no lo reporte una mujer, si se dan cuenta de que esta mujer está sufriendo toman medidas hasta caceroladas fuera de la casa para generar conciencia en el hombre de lo que él está haciendo y generarle vergüenza pública.
Pero yo creo que el tema de la paternidad responsable es parte de esto. En Costa Rica el padre de niños que no ha pagado lo que tiene que pagarle a la madre de la cual se separó no puede dejar Costa Rica. Y en general la gran mayoría de los casos son de hombres que están cometiendo estos actos. Así que yo creo que hay que hablar de cómo vamos a lograr un mejor liderazgo, por cierto, por parte de los hombres mismos de no ser los que estén metidos en estos altos niveles de violencia, tanto en el entorno de la familia, como en sus relaciones de pareja.

DHC- No obstante, esto que usted señala, en Panamá hay gran preocupación por la participación de los menores en actos delictivos, sobre todo en los más graves, como asesinatos y narcotráfico, ¿qué se puede hacer si ustedes no están de acuerdo con igualar las penas de menores con las de los adultos, qué es lo que se puede hacer para corregir esta situación, porque se da el caso de que en un acto si hay cinco personas que participaron, por lo menos uno es menor de edad.
NAK-
Primero, no estamos responsabilizando a los adultos, porque si había cinco y uno era menor de 18, por qué estamos hablando del menor de 18 y no estamos hablando de los cuatro que eran mayores de 18, a ellos habría que penalizarlos con 10, 20, 50 ó 100% más por haber involucrado a un menor de 18, si queremos reducir el número de menores de 18 involucrados en esto tenemos que empezar haciendo responsables a los que son mayores de 18 por involucrar a los menores. Segundo, no estamos buscando impunidad, sabemos que hay situaciones en donde el nivel de marginalización ha llegado a tal grado que estos menores de 18, lo hemos visto en África con niños soldados de 13 años, que andaban merodeando, nosotros nunca hemos pedido impunidad hacia ellos, lo que allí se solicitó fue todo un proceso de rehabilitación y muy a menudo desprogramar a una persona que ese ha sido si estilo de vida durante muchos años lleva su tiempo y eso es lo que hace falta, además de crear una institución que lo logre, pero eso no lo hace la cárcel.
Tercero, las razones por las cuales muchos de estos entraron en violencia, tienen que ver con hacinamiento, falta de oportunidades, pero ante todo, en la mayoría de los casos violencia intrafamiliar.

DHC- En ese punto de las causas, ¿no se convierten de repente esas causas en excusas?
NAK-
Absolutamente no. Estoy convencido de que hoy día se tienen que tomar medidas para que estos menores de 18 no cometan nuevas fechorías. La sociedad tiene derecho a protección, pero también los menores de 18 tienen derecho a protección, por su seguridad. Así que también estamos interesados en la seguridad de todos los menores. Pero ¿cuál es la realidad que vemos? Los menores de 18 representan entre el 5 y 10% de los actos delictivos en Centroamérica, pero representan cerca del 28% de todos los que mueren, o sea, sobre representados en los homicidios. Es decir, si miramos todos los homicidios en Centroamérica el 28% de esos homicidios es de menores de 18, ¿por qué no estamos hablando de eso, de que están sobre representados?
El otro tema que también es interesante notar, cuanto más rico se vuelve un país en Latinoamérica más alta es la desproporción entre el porcentaje de adultos pobres y el porcentaje de menores de 18 que es pobre. Cuanto más rico el país más alta la desproporción. Hasta un país como Uruguay, con un nivel de pobreza entre los adultos relativamente bajo, registra un 56% de los menores de 18 viviendo en pobreza.

DHC- ¿Y esto a qué se puede estar debiendo?
NAK-
Si la familia está compuesta por un solo adulto, la mujer, sin muchas posibilidades laborales y por otro lado niños que viven en un ambiente talvez muy precario, muy menudo la violencia se nutre del congestionamiento y altas disparidades. O sea, donde hay demasiada diferencia entre los ricos y los pobres y muy congestionado eso suele ser un factor que genera aumento de la violencia en la calle. La violencia intrafamiliar por otro lado se da en todas las clases sociales. La forma puede cambiar, a veces más sicológica en ciertos grupos, y más física en otros.

DHC- En cuanto a lo que es protección al menor en los avances de Panamá, ¿qué se ha registrado?
NAK-
Panamá, primero ha logrado proteger mejor a la niñez que nace, han disminuido los niveles de mortalidad infantil. Panamá ha logrado disminuir el número de niños que nacen con VIH, está logrando que más niños se matriculen en una escuela, pero Panamá está teniendo el mismo tipo de desafío que tiene toda Latinoamérica, que hay una gran diferencia entre el niño que es promedio y el afrodescendiente; entre el promedio de los niños y el niño que es indígena; entre el promedio de los niños y el niño con discapacidad.

DHC- ¿Hay discriminación?
NAK-
En las estructuras y en la realidad así se da. En toda Latinoamérica estamos viendo que el nivel de inversión que se hace en una escuela normal y el nivel que se hace en una zona indígena tiende a ser muy diferente, cuando en realidad en una zona mucho más alejada tendría que ser mucho mayor el nivel de inversión para asegurarse de que ellos puedan tener una buena educación. También tenemos el desafío, no solo en Panamá, sino en toda la Región, sobre lo que es la escuela bilingüe. Si un niño habla inglés en Bocas del Toro cuando es pequeñito y cuando llega a la escuela se olvida del inglés, porque solo le hablan español, más adelante le tendrán que tratar de enseñar inglés, ¿por qué de entrada no tenían una escuela bilingüe en donde un maestro enseña algunas materias en inglés, algunas materias en español?; o un niño indígena, que al llegar a la escuela le hablaban español. Estamos trabajando allí con el Ministerio de Educación, para iniciar programas de educación bilingüe y creo que ahí Panamá podría tener una delantera regional, porque no es muy difícil lograrlo aquí en Panamá, porque no estamos hablando de grandes volúmenes.

DHC- ¿La situación de la niñez y la juventud de frente a las políticas de desarrollo de los países está en desventaja?
NAK-
Sí, pero en estos momentos, este año, políticamente en la Región creo que se está tomando conciencia de que se tiene que hacer algo. La reunión anual de la Organización de Estados Americanos, que será del 1 al 3 de junio en Medellín, tiene como tema “Juventud y construcción de ciudadanía”; la Cumbre Iberoamericana, que va a ser en El Salvador, incluso la Reunión de Ministros de Justicia se va a hacer en Costa rica, pero la cumbre será en el Salvador, y allí el tema es “juventud y desarrollo”. Entonces, claramente el gran desafío de esta región en todos los temas que cubrí y en el hecho de que tenemos un 30% entre 15 y 25 que está fuera de la escuela y fuera del trabajo, eso como promedio regional, gracias a Dios está un poco más bajo en Panamá, pero como promedio regional es un desastre. Y esos son los desafíos en donde la sociedad en vez de estar atacando a los adolescentes se tiene que empezar a reconocer en dónde estamos fallando, así como en la familia fallamos en nuestro diálogo con estos niños de 10, 11, 12, y 13 años, también la sociedad está fallando en su diálogo con ellos y en invertir suficientemente. De todos los distintos grupos etarios de 0 a 5, de 6 a 11, de 11 ó 12 a 18, de 18 durante la población económicamente activa a los jubilados, el grupo etario que probablemente reciba menos recursos porcentualmente es el adolescente. Donde tenemos más problemas, es donde invertimos menos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que entrevista....felicitaciones.


María José

Doris Hubbard-Castillo dijo...

Gracias...

Anónimo dijo...

La culpa de las entrevistas largas, habitualmente, no es de los entrevistadores, sino del entrevistado que carece de concreción, por ejemplos: tú preguntaste ¿Cuál es el principio general de la UNICEF en cuanto a la protección de los menores de edad? y el tipo sale con una respuesta de más de 1000 palabras... eso le quita la emoción al lector